lunes, 17 de febrero de 2014

Aburrimiento TOTAL


Puedo imaginar que si eres mamá venezolana y no has enviado en estos días a tus hijos al colegio en apoyo a nuestros queridos estudiantes que luchan intensamente por un mejor país, que has tenido que dejar de trabajar para poder atenderlos, que has tenido que turnarte con tu esposo para asistir a las manifestaciones porque tú también quieres un cambio donde ir al mercado no signifique pasar por cinco tiendas y aún así no conseguir lo que buscabas, andar rezando ángeles de la guarda todo el día para que tus familiares y personas queridas lleguen a su casa sanos y salvos, donde la inflación no nos haga cada día más pobres porque todo aumenta debido a malas políticas económicas llevadas por el gobierno que nos dirige, etc, etc, etc... Es muy probable que tu y tus hijos ya no sepan qué hacer para combatir el aburrimiento de estos días donde la rutina no es rutina y las horas se hacen larguísimas de tanto escuchar peleas, llantos, inconformidades y más de los pequeños.

Pues eso me llevó a investigar un poco sobre el tema del aburrimiento, las razones y cómo combatirlo; es un tema aplicable también para toda situación donde la rutina no es rutina (vacaciones, suspensión de clases, fines de semana sin salir de casa, etc)

Siempre he pensado que el aburrimiento es algo que viene en ese preciso momento donde ya no tenemos ninguna actividad programada o establecida, pues en el día a día lo normal es que desde el momento de levantar a nuestros hijos al de acostarlos, ellos han pasado por el vestir, comer, colegio, tareas, fútbol, inglés, kárate, ballet, natación o fiestas... sin dar siquiera la posibilidad de tener ese tiempo disponible donde generalmente aparece lo aburrido.  

Sin embargo (aunque considero bueno que los hijos tengan ocupaciones) justamente esa cantidad exagerada de actividades es lo que hace que los hijos y hasta nosotros mismos en el instante donde no tengamos "nada que hacer" tendamos a aburrirnos.

Resulta que cuando todo se basa en horarios o actividades pasivas (como la famosa e intrusa televisión) donde los niños no necesitan pensar, no desarrollan la concentración, ni la imaginación o cuando los niños tienen demasiados juguetes y estímulos externos, se hace difícil que desarrollen  "la capacidad de introspección y los recursos internos que les permiten encontrar formas de entretenimiento intelectuales e incluso artísticos" (Lorraine Ladish, 2014. Cómo evitar que tu hijo se aburra de: http://mamalatina.about.com/od/Tiempo-Libre/ht/mi-hijo-se-aburre-que-hago.htm) 

En ese sentido, por una parte convendría examinar qué tanto tiempo le dejamos a nuestros hijos para que aprendan a "no aburrirse" evitando tenerles tantas actividades planificadas; ya que el aburrimiento puede convertirse en una gran idea en la cocina, gran mural con pinturas, momento para bañar al perro o lavar el carro entre otras. Al final de cuentas y algo muy importante cuando se trata de niños pequeños, creo que el -me aburro- es una forma de llamar la atención, ya que en muchas ocasiones lo que desean es que los padres les dediquemos parte de nuestro tiempo y les ayudemos a soltar la imaginación involucrándonos en el juego de ellos o cualquier otra actividad, pues podría resultar que siendo pequeños no sepan jugar del todo solos.  

Personalmente veo muy importante esta última consideración, pues en la experiencia propia he visto cómo al involucrarme en los juegos de mis hijos ellos pelean menos, ríen más, se distraen por mayores cantidades de tiempo que si lo harían solos, incluso servimos de facilitador y les ayudamos a compartir mejor los juguetes, es momento para establecer lazos de unión, respeto y ganar autoridad (pues pasamos de ser una figura que solo exige y da órdenes, a una que los acompaña en el proceso permitiéndonos entender mejor las fortalezas o debilidades de ellos en el momento del juego) en definitiva "se aburren menos".

Y como ya he pasado bastante tiempo aquí en la computadora, veo el momento de terminar el artículo porque Héctor y Claire ya comenzaron a llamar mi atención peleando por unos colores que no quieren compartir, así es que ¡A pintar se ha dicho!



lunes, 3 de febrero de 2014

¡Y comenzaron las tareas!

En estos días en "el cuaderno de enlace" (cuaderno que sirve de comunicación entre el preescolar de mi hijo y la familia) enviaron una circular donde nos informaron que ya Héctor comenzaría a llevar tarea de lunes a jueves a la casa.

Como siempre cada vez que me sucede algo nuevo como madre en esta aventura de ser padres, las emociones comienzan a aparecer por una u otra razón, en este caso vinieron a mi cabeza principalmente dos cosas; la primera: mi bebé está creciendo velozmente y casi no me estoy dando cuenta; y la otra: se acabaron las tardes sin responsabilidades escolares. 

Este tema se ha hecho algo controversial en los tiempos de hoy, pues algunos padres exigen a los colegios mayor y mayor preparación para sus hijos, pero otros no lo comprenden pues parten del hecho de que los niños deben tener espacios para el descanso, juego, y hasta aburrimiento (permitiendo a la imaginación poder desarrollarse). Opino que ambos tienen razones para pensar del modo que lo hacen, pues sin duda son muy buenas para que logren entrenarse a adquirir el hábito del trabajo y sirven para reforzar lo aprendido en clase. Es por ello que es importante que como padres trasmitamos a los hijos que el momento de la tarea (en lugar de que sea un factor generador de stress) sea ese grato momento de acercamiento al conocimiento, con lo cual debemos saber hasta dónde exigir para no generar espectativas que si no son cumplidas frusten y bloqueen al niño o propicien inseguridades; sin embargo tenemos la obligación de EXIGIR lo que sea acorde a su edad y a sus capacidades para que puedan explotar sus potencialidades al máximo.  

El hecho es que como todo lo relacionado al desarrollo de cada uno de mis hijos, lo acompañaré en esta nueva etapa; y para aquellas personas que están comenzando como yo este nuevo proceso, compartiré unos tips que nos trasmitieron a los padres en dicha circular:

  1. Destinar un lugar y momento de la tarde adecuado para trabajar. Es necesario hacer de esto una rutina. 
  2. Tener el espacio limpio y los materiales necesarios a la mano.
  3. Evitar interrupciones que distraigan al niño.
  4. Realizar las tareas con creyones de madera o lápiz según sea el caso y mantenerlos siempre con suficiente punta.
  5. Dejar que el niño realice las tareas por sí mismo. El adulto sólo se encargará de leer la instrucción y orientarlo en la elaboración de la asignación.
  6. Evitar generar stress  en el niño, recordemos que es más significativo el proceso que el resultado. Poco a poco irá adquiriendo las habilidades necesarias para alcanzar los objetivos. Es importante la motivación para aprender, superar y mejorar su trabajo.
Esperando que les sean útiles, hasta un próximo encuentro. 

BIEN VALE LA PENA

Estimado lector:

Hace un poco más de dos semanas, mi abuelo parterno Luis Esteban (cariñosamente Papapa) se nos fue al cielo, como es natural, el corazón a uno se le arruga y la principal emoción que a uno lo embarga es la tristeza. Sin embargo en estas líneas lo primero que deseo hacer es darle las GRACIAS, porque estoy segura que ahora él está en un mejor lugar junto a Dios y junto a tres de sus ocho hijos que a los casi 7, 47 y 50 años también partieron; pues él mismo como fundacionero de esta familia junto a mi gran abuela Yolanda (cariñosamente YEYA) vivió y trasmitió con su ejemplo que todo lo que sembrásemos en la vida terrena lo cosecharíamos en felicidad luego en el cielo, y es por eso que no puedo entristecerme más porque tengo la firme determinación de que él ya es plenamente feliz. Digo con su ejemplo, porque quienes lo conocimos y vivimos junto a él, sabemos que no fue que la tuvo "papita" (como diríamos coloquialmente) y es que también sabemos que estudió, trabajó, enseñó y amó intensamente a su esposa, ocho hijos, siete hermanos, veinticuatro nietos, cinco biznietos (con uno en camino), innumerables amigos y por supuesto por último pero de primero y principalmente a Dios.

Sigo dando las gracias porque gracias a que he tenido unos tremendos abuelos, es que tengo un tremendo papá (Jésus Alberto) que junto a mi tremenda mamá (Claire Mariesse) fundaron la familia donde yo nací, viví y crecí al lado de Luis Miguel, Carlos Alberto y Guillermo Andrés mis tres tremendos hermanos  (de los cuales dos, hemos decidido aventurarnos en eso de fundar familia) dándoles por el momento ya cuatro nietos. En mi caso y al lado de mi queridísimo esposo Héctor Andrés (luego de cinco años de casados y ocho de novios) Dios nos ha encomendado tres bendiciones:  Héctor Alberto de tres años y diez meses, Claire Isabel de dos años y cuatro meses y Pablo Andrés de tan solo cuatro mesesitos.

Está claro que esto de la familia es un verdadero reto, pero es precisamente que luego de vivir las emociones de los pasados días y del sólo hecho de ver la cantidad de gente querida que mi abuelo dejó en la tierra, que no hay duda de que ese reto BIEN VALE LA PENA.

Después de escribirles todo esto y nuevamente gracias a mi abuelo, por quien me he sentido motivada, deseo contarles que me he planteado la idea de publicar pensamientos, anécdotas o experiencias  relacionados a la familia para compartirlos con todas aquellas personas que de alguna u otra forma les podrían ser útiles por estar inmersos en esta aventura de ser papás o simplemente por parecerles interesantes. Y es que estudiamos para saber leer, escribir, contar, sumar, construir, administrar, mercadear, curar, etc; pero a la hora de tener un hijo no sabemos nada del tema de ser padres y todo lo vamos como aprendiendo a los golpes, quizá por imitación de la manera en cómo nos educaron o según lo que el sentido común nos vaya indicando (pues de repente nos encontramos con que cada uno de nuestros hijos son diferentes y viven sociedades distintas a las que nosotros vivimos cuando niños). Finalmente que la realidad de mi querido  país Venezuela pide a gritos que hagamos algo, y nuestra principal responsabilidad es precisamente sacar nuestra familia adelante, sembrando y educando en esos valores que sabemos son la base fundamental (aunque suene repetido, no es repetido ¡Es así!) Cuando hay familias valientes que se toman en serio su tarea y no se hacen los locos cuando pasa algo que no saben cómo manejar, hay la posibilidad de tener una sociedad más educada, menos violenta y más amorosa.

Hace poco, durante las vacaciones navideñas en ocasión del día de la familia, durante una misa, el sacerdote hablaba de la importancia de las familias; insistía en que es justamente el lugar donde los niños por primera vez socializan (con hermanos y padres) y es donde tienen la posibilidad de aprender y ejercitarse en el buen uso de hábitos o virtudes que luego repetirán al enfrentarse a nuevas situaciones como al momento de hacer amigos o simplemente relacionarse con otras personas en sociedad. 

Lo bueno de "escribir" es que el que quiera leerlo, puede hacerlo y el que no lo desee no lo tiene que hacer; en ese sentido mis palabras siempre se dirigirán a esas personas que de alguna manera lo han buscado.

Hasta ahora les he hablado bastante de mi familia, pero como no deseo alargar mucho más estas líneas les cuanto rápidamente: mi nombre es Claire Marisse (que por cierto mi hija es la 5ta generación de las Claire) tengo veintiocho años, soy venezolana, licenciada en educación integral, apasionada del flamenco, católica, esposa y orgullosa madre de tres bellísimos niños.

Se preguntarán, porqué les he dado tantos detalles, pues esto lo he copiado nuevamente de mi abuelo, que en estos días de entre los recuerdos que hemos compartido sobre él, apareció una carta de agradecimiento que él había escrito a su Dr. de las cataratas donde le contaba sobre él con la intensión de hacerse conocer y establecer una cercanía para fundar una posible nueva amistad. En ese sentido, como mi deseo es compartir principalmente a mis familiares, amigos o futuros amigos estas líneas, veo interesante que conozcan mi entorno para darle mayor sentido a las palabras que deseo publicar en este blog.

Sin más, invitándote a dialogar con cualquiera de mis futuras publicaciones y así enriquecer los contenidos, me despido nuevamente dando las