Hoy me muevo a escribir este artículo por invitación de María Fernanda Barrios (quien lleva la cuenta @motivamamas). Esperando pueda servir a quienes se identifiquen conmigo, de motivación para todos quienes hacemos familia, sobretodo en esos momentos en que nos sentimos fallos de baterías o cansados pudiendo caer en el negativismo o falta de equilibrio familiar. Lo haré intentando responder las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo logras equilibrio hogar, ser madre, ser mujer y ser esposa?
Creo que la misma palabra lo dice, hay que empeñarse en encontrar el equilibrio. Muchas veces me doy cuenta de que esos momentos de agobio, son resultado de no poner suficiente peso a todas las anteriores. Yo pienso que no hay receta perfecta para la felicidad, sin embargo siempre podemos hacer algo para mejorar nuestra situación si no nos sentimos del todo bien. Las mujeres tenemos una cualidad (sin decir que sea ni buena, ni mala) que es que queremos que para todos y todo representemos ser indispensables. He aprendido que no hay nada positivo en que pretendamos ser las heroínas de nuestros hogares, hijos, esposos... Por ejemplo, a veces estamos tan preocupadas por nuestros hijos que nos olvidamos de ser esposas; a veces estamos tan preocupadas por ser perfectas amas de casa o profesionales, que nos olvidamos de ser mujeres individuales.
Yo aunque difícil voy intentándolo... siempre he sido de las que me cuesta muchísimo sacar tiempo para mí misma, me he propuesto hacerlo y hace poco entonces logré conseguir unas clases de flamenco una vez a la semana por la mañana mientras los más grandes van al colegio (el flamenco lo practiqué por muchos años en mi infancia y siempre había querido retomarlo) cuando voy a mis clases, no hay preocupación alguna que me invada. Otra cosa que no dejo por nada son mis actividades de formación personal humana y espiritual que son muy importantes para mí.
2. Dame tus secretos para vivir enamorada y felíz:
No permitir que nada ni nadie afecte el amor matrimonial. Esto hay que defenderlo. Muchos expertos recomiendan semanalmente apartar varias horas de dedicación exclusiva (sin hijos, ni celulares, ni amigos) puede ser ver películas juntos, preparar y comer una cena, salir un rato. También tratar en lo posible al menos una vez al año escaparse un fin de semana a cualquier lugar. Hace poco leí que debemos hacer pasar a los hijos por el mal trago de ser cuidados por alguien distinto de mamá para que los esposos se escapen unas horas o un par de días... lo interesante es que luego los hijos lo agradecen, pues les da seguridad darse cuenta que sus padres (quienes ellos más quieren) se aman.
El matrimonio es la base de la familia, un matrimonio sólido, conlleva a una familia y unos hijos sólidos. Hay que empeñarse en compartir cosas que no involucren a los hijos, pues llega el momento en que si no se habla de ellos o si no es entorno a los mimos y la casa, no se tiene nada en común, no se tienen temas de conversación. Hace falta que los esposos sean cómplices, experimenten momentos que sean de ellos nada más, que cuando recuerden alguna cosa agradable estemos presentes en ese recuerdo, por eso debemos ser ese mejor amigo ese confidente, para que al irse los hijos de la casa no se sufra del llamado síndrome de la casa vacía, pues estamos llenos el uno al otro.
Cualquier cosa que quiera hacerse bien, necesita de práctica... los esposos han de practicar diariamente con su voluntad mantener el enamoramiento, Cristian Conen dice que '...los esposos han de hacerse expertos en el otro...' cuando esto sucede se hace más fácil evitar caer en la monotonía, pero también debemos ser comunicativos para que nuestra pareja aprenda cómo nos gusta que nos quieran. Hay un libro que a mí me ha encantado que se llama "5 lenguajes del amor" de Chapman y resulta maravilloso para los matrimonios.
Me encanta una cita que leí hace poco "Nadie se enamora por elección, es por casualidad. Nadie permanece en el amor por casualidad, es por trabajo. Nadie pierde el amor por casualidad, es por elección". Cuando conocemos profundamente nuestro matrimonio, cuando nos hacemos expertos en el otro -como el navegante conoce a su barco- así pues cuando todo está perdido, somos capaces de reparar y luchar por el amor que en un principio nos unió.
3. ¿Qué es lo más valioso en la maternidad?
Sin duda entender que cada hijo es un ser único e irrepetible y que Dios nos ha escogido como padres (los mejores) de cada uno de ellos. Siento un compromiso gigante por mis hijos y al mismo tiempo un alivio y orgullo cuando pienso que Papá Dios nos ha confiado tal responsabilidad. Mucha gente en la calle se sorprende de nuestra familia numerosa, hoy en día no es muy común ver familias de tres o más hijos como la nuestra (y aunque no lo niego con cada embarazo me he asustado y me he preguntado cómo haremos para sacar adelante a cada uno) luego de poderlos recibir en nuestro hogar no imagino mi vida sin ninguno de ellos.
Todos y cada uno de mis días son una verdadera aventura, un camino de vivencias y experiencias increíbles. El ser madre ha sacado grandes cosas de mí. Me impresiona las capacidades que vamos desarrollando las madres debido a un hijo, entre otras la gran motivación de hacerme mejor, aprender MUCHO de la familia, crianza, etc.
Cuando digo una verdadera aventura, lo digo en serio, pues hay días los más bellos de mi vida y otros los más angustiosos, tensos y difíciles. Sin embargo siempre me digo a mí misma, no se trata de la perfección, todos somos personas y como una vez me dijo alguien sabiamente al yo manifestarle mi angustia cada vez que se enfermaba alguno de ellos: no permitas que tus pensamientos se queden dando vueltas en la situaciones que "no deberían pasar", cuando alguna cosa no suceda como deseas, ve y resuélvela (en este caso toma a tu hijo llévalo al doctor, cuídalo y espera a que se cure) mientras tanto permite que los pensamientos que rondeen en tu cabeza sean aquellos que te llevan por la paz y la alegría de la vida.
4. Si hay horas locas ¿cómo las manejas? Como mamá de 4 cuéntanos tu experiencia:
¿Que si hay horas locas? jaja, claro y varias. Primero que nada con mucha paciencia. Luego por supuesto intentando implementar lo que históricamente recomiendan las abuelas, escritores, estudiosos en el campo de la educación familiar: RUTINAS .
A mí siempre me ha parecido muy lógica esta recomendación, pues generalmente la persona se siente cómoda en situaciones de estabilidad. Cuando los niños tienen una dinámica diaria estable y conocen lo que esta por pasar y lo realizan, cada día se va haciendo más fácil y llevadero el poder ejecutarla.
En mi caso suelo anticiparles lo que está por pasar constantemente por ejemplo (al llegar directo a lavarse las manos, en diez minutos a hacer la tarea, en cinco minutos a cenar, luego bañarse, vestirse y a dormir) tratando de cumplir el mismo orden todos los días -al menos entre semana-. Hace unos días escuché a una amiga que imprimirá un horario con las actividades de cada momento y he estado pensando tomar la idea para que cada uno pueda ir colocando checks sobre las actividades que han logrado realizar.
Por otro lado poco a poco he ido introduciendo a cada uno el sentido de responsabilidad a través del cumplimiento de ciertos encargos adecuados a cada edad que intento reforzar positivamente con felicitaciones y reconocimientos. ¡Las mamás necesitamos soltar! No podemos hacer todo a todos, cada hijo a medida que crece debe hacer sus cosas por su propia cuenta. He leído muchas veces que cuando dependen en todo de los padres no les ayudamos. Contribuimos a formar niños inseguros que a la larga son incapaces de tomar decisiones propias -el mes pasado dediqué una
publicación de mi blog
@hablemosobrefamilia a los encargos que poco a poco he ido viendo que cada uno ha ido logrando hacer-.
Finalmente y para despedirme, algo que sin duda es muy favorecedor es buscar 'ayuda' y acompañamiento en la labor educativa. Las abuelas, los colegios, las personas o familias y programas que comparten el estilo educativo que deseamos practicar en nuestros hogares resultan muy buenos. Rodearse de estas personas es motivador y nos permite (sin comparaciones) CONFIAR en que lo que vamos haciendo lo vamos haciendo bien. Así que ánimo (Sé) buen ejemplo, (Aprende) estudia, (Confía) en tus instintos una vez habiendo estudiado, habiéndote formado.
