lunes, 3 de febrero de 2014

BIEN VALE LA PENA

Estimado lector:

Hace un poco más de dos semanas, mi abuelo parterno Luis Esteban (cariñosamente Papapa) se nos fue al cielo, como es natural, el corazón a uno se le arruga y la principal emoción que a uno lo embarga es la tristeza. Sin embargo en estas líneas lo primero que deseo hacer es darle las GRACIAS, porque estoy segura que ahora él está en un mejor lugar junto a Dios y junto a tres de sus ocho hijos que a los casi 7, 47 y 50 años también partieron; pues él mismo como fundacionero de esta familia junto a mi gran abuela Yolanda (cariñosamente YEYA) vivió y trasmitió con su ejemplo que todo lo que sembrásemos en la vida terrena lo cosecharíamos en felicidad luego en el cielo, y es por eso que no puedo entristecerme más porque tengo la firme determinación de que él ya es plenamente feliz. Digo con su ejemplo, porque quienes lo conocimos y vivimos junto a él, sabemos que no fue que la tuvo "papita" (como diríamos coloquialmente) y es que también sabemos que estudió, trabajó, enseñó y amó intensamente a su esposa, ocho hijos, siete hermanos, veinticuatro nietos, cinco biznietos (con uno en camino), innumerables amigos y por supuesto por último pero de primero y principalmente a Dios.

Sigo dando las gracias porque gracias a que he tenido unos tremendos abuelos, es que tengo un tremendo papá (Jésus Alberto) que junto a mi tremenda mamá (Claire Mariesse) fundaron la familia donde yo nací, viví y crecí al lado de Luis Miguel, Carlos Alberto y Guillermo Andrés mis tres tremendos hermanos  (de los cuales dos, hemos decidido aventurarnos en eso de fundar familia) dándoles por el momento ya cuatro nietos. En mi caso y al lado de mi queridísimo esposo Héctor Andrés (luego de cinco años de casados y ocho de novios) Dios nos ha encomendado tres bendiciones:  Héctor Alberto de tres años y diez meses, Claire Isabel de dos años y cuatro meses y Pablo Andrés de tan solo cuatro mesesitos.

Está claro que esto de la familia es un verdadero reto, pero es precisamente que luego de vivir las emociones de los pasados días y del sólo hecho de ver la cantidad de gente querida que mi abuelo dejó en la tierra, que no hay duda de que ese reto BIEN VALE LA PENA.

Después de escribirles todo esto y nuevamente gracias a mi abuelo, por quien me he sentido motivada, deseo contarles que me he planteado la idea de publicar pensamientos, anécdotas o experiencias  relacionados a la familia para compartirlos con todas aquellas personas que de alguna u otra forma les podrían ser útiles por estar inmersos en esta aventura de ser papás o simplemente por parecerles interesantes. Y es que estudiamos para saber leer, escribir, contar, sumar, construir, administrar, mercadear, curar, etc; pero a la hora de tener un hijo no sabemos nada del tema de ser padres y todo lo vamos como aprendiendo a los golpes, quizá por imitación de la manera en cómo nos educaron o según lo que el sentido común nos vaya indicando (pues de repente nos encontramos con que cada uno de nuestros hijos son diferentes y viven sociedades distintas a las que nosotros vivimos cuando niños). Finalmente que la realidad de mi querido  país Venezuela pide a gritos que hagamos algo, y nuestra principal responsabilidad es precisamente sacar nuestra familia adelante, sembrando y educando en esos valores que sabemos son la base fundamental (aunque suene repetido, no es repetido ¡Es así!) Cuando hay familias valientes que se toman en serio su tarea y no se hacen los locos cuando pasa algo que no saben cómo manejar, hay la posibilidad de tener una sociedad más educada, menos violenta y más amorosa.

Hace poco, durante las vacaciones navideñas en ocasión del día de la familia, durante una misa, el sacerdote hablaba de la importancia de las familias; insistía en que es justamente el lugar donde los niños por primera vez socializan (con hermanos y padres) y es donde tienen la posibilidad de aprender y ejercitarse en el buen uso de hábitos o virtudes que luego repetirán al enfrentarse a nuevas situaciones como al momento de hacer amigos o simplemente relacionarse con otras personas en sociedad. 

Lo bueno de "escribir" es que el que quiera leerlo, puede hacerlo y el que no lo desee no lo tiene que hacer; en ese sentido mis palabras siempre se dirigirán a esas personas que de alguna manera lo han buscado.

Hasta ahora les he hablado bastante de mi familia, pero como no deseo alargar mucho más estas líneas les cuanto rápidamente: mi nombre es Claire Marisse (que por cierto mi hija es la 5ta generación de las Claire) tengo veintiocho años, soy venezolana, licenciada en educación integral, apasionada del flamenco, católica, esposa y orgullosa madre de tres bellísimos niños.

Se preguntarán, porqué les he dado tantos detalles, pues esto lo he copiado nuevamente de mi abuelo, que en estos días de entre los recuerdos que hemos compartido sobre él, apareció una carta de agradecimiento que él había escrito a su Dr. de las cataratas donde le contaba sobre él con la intensión de hacerse conocer y establecer una cercanía para fundar una posible nueva amistad. En ese sentido, como mi deseo es compartir principalmente a mis familiares, amigos o futuros amigos estas líneas, veo interesante que conozcan mi entorno para darle mayor sentido a las palabras que deseo publicar en este blog.

Sin más, invitándote a dialogar con cualquiera de mis futuras publicaciones y así enriquecer los contenidos, me despido nuevamente dando las 

7 comentarios:

  1. Claire Marisse, mi bella y querida sobrina que me regalo la vida…( Gracias mil a Hector Andres por esta gran adicion a nuestra familita!) que mujer, madre y esposa tan admirable eres… Dios te cuide y te ilumine para que esta labor ya emprendida te de mucho mas fruto del que tu imaginas que puedes dar!!

    ResponderEliminar
  2. Y yo siempre bendecida también por ese cariño!!! Mil gracias :) aprovecharé este espacio que me ayudará a estudiar y aprender más sobre los temas de familia que nunca acaban. Escribiendo siempre tendré la oportunidad de llegar a otros y de internalizar mejor los modos de educar que siempre se pueden mejorar y son de una alcance enorme cuando las generaciones vienen y vienen.

    ResponderEliminar
  3. Felicidades Prima! Buena iniciativa... Un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Me alegra ver que la tradición de construir y enseñar a construir... familia se transmita de generación en generación!

    Felicitaciones sobrina por tan bella iniciativa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias primo; gracias tío. Con el Espíritu Santo de guía la esperanza de tener mejores familias y mejores sociedades es una posibilidad real cuando nos empeñamos en hacer el bien.

      Eliminar
  5. Claire, te escribí hace unos días y creo que no te llego! Me parece excelente idea este blog. Estoy segura que tus consejos van a ser muy útiles para muchas familias, incluyendo la que yo estoy comenzando a conformar jeje! Te voy a seguir leyendo... Te quiero mucho! Ma Silvia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mara como estás? gracias que bella.... eso me han dicho varios que les ha pasado que escriben pero no se publica bien... Para mí una alegría que lean y sean útiles estas ideas. Por aquí hacen falta pero deseo que les esté yendo muy bien y vengan a visitar a la familia cuando se pueda. Yo también te quiero mucho!!! :)

      Eliminar