lunes, 3 de febrero de 2014

¡Y comenzaron las tareas!

En estos días en "el cuaderno de enlace" (cuaderno que sirve de comunicación entre el preescolar de mi hijo y la familia) enviaron una circular donde nos informaron que ya Héctor comenzaría a llevar tarea de lunes a jueves a la casa.

Como siempre cada vez que me sucede algo nuevo como madre en esta aventura de ser padres, las emociones comienzan a aparecer por una u otra razón, en este caso vinieron a mi cabeza principalmente dos cosas; la primera: mi bebé está creciendo velozmente y casi no me estoy dando cuenta; y la otra: se acabaron las tardes sin responsabilidades escolares. 

Este tema se ha hecho algo controversial en los tiempos de hoy, pues algunos padres exigen a los colegios mayor y mayor preparación para sus hijos, pero otros no lo comprenden pues parten del hecho de que los niños deben tener espacios para el descanso, juego, y hasta aburrimiento (permitiendo a la imaginación poder desarrollarse). Opino que ambos tienen razones para pensar del modo que lo hacen, pues sin duda son muy buenas para que logren entrenarse a adquirir el hábito del trabajo y sirven para reforzar lo aprendido en clase. Es por ello que es importante que como padres trasmitamos a los hijos que el momento de la tarea (en lugar de que sea un factor generador de stress) sea ese grato momento de acercamiento al conocimiento, con lo cual debemos saber hasta dónde exigir para no generar espectativas que si no son cumplidas frusten y bloqueen al niño o propicien inseguridades; sin embargo tenemos la obligación de EXIGIR lo que sea acorde a su edad y a sus capacidades para que puedan explotar sus potencialidades al máximo.  

El hecho es que como todo lo relacionado al desarrollo de cada uno de mis hijos, lo acompañaré en esta nueva etapa; y para aquellas personas que están comenzando como yo este nuevo proceso, compartiré unos tips que nos trasmitieron a los padres en dicha circular:

  1. Destinar un lugar y momento de la tarde adecuado para trabajar. Es necesario hacer de esto una rutina. 
  2. Tener el espacio limpio y los materiales necesarios a la mano.
  3. Evitar interrupciones que distraigan al niño.
  4. Realizar las tareas con creyones de madera o lápiz según sea el caso y mantenerlos siempre con suficiente punta.
  5. Dejar que el niño realice las tareas por sí mismo. El adulto sólo se encargará de leer la instrucción y orientarlo en la elaboración de la asignación.
  6. Evitar generar stress  en el niño, recordemos que es más significativo el proceso que el resultado. Poco a poco irá adquiriendo las habilidades necesarias para alcanzar los objetivos. Es importante la motivación para aprender, superar y mejorar su trabajo.
Esperando que les sean útiles, hasta un próximo encuentro. 

2 comentarios:

  1. hola Claire me siento muy identificada ya que mis hijas están en ese proceso,en especial la de 4 años que esta iniciando lectura y es toda una aventura :) seguiré tus artículos :)

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  2. Hola Elizabeth que bueno que te pueda ser útil, esa es la idea... Me pareció muy claro y concreto por eso lo compartí. Saludos a tu familia!

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