1. La comunicación está llena de emociones y de corporalidad. En ese sentido debemos tener conciencia de que la forma en cómo nos comunicamos desde el cuerpo y desde las emociones transmiten mensajes y deben ser acordes a lo que se quiere.
Es por eso que cuidar nuestras emociones durante el día y todos los días es importante, pues si una persona se deja llevar por cuestiones que estimulan el mal humor o la rabia es muy probable que esta emoción la trasmita a otros y nuestros hijos se hacen vulnerables a recibir las emociones negativas de nosotros los padres.
Es por ello que conviene hacer ejercicios que nos ayuden a calmarnos antes de estar en contacto con los hijos y ejercicios voluntarios de fomentar el buen humor.
Del mismo modo en cómo las emociones intervienen en la comunicaciñon afectiva, la corporalidad también tiene su gran influencia. Si hacemos movimientos rítmicos y fuertes con nuestras manos al comunicar algo, estamos trasmitiendo momento de actividad, es por eso que si lo que queremos es calmarlos por ejemplo para mandarles a dormir, nuestros movimientos deberían ser pausados y poco rítmicos pues queremos trasmitir calma.
Por otro lado, si queremos que una orden se cumpla y decimos por ejemplo ordena tu cuarto, si tanto nuestra voz como cuerpo muestran autoridad es muy factible que se cumpla nuestra orden, si por el contrario mostramos estar abiertos a la posibilidad de que no sea ordenado, es muy probable que no se logre la petición.
2. Sin embargo no hemos de olvidar que cada hijo pasa por procesos de desarrollo diferentes, y debemos estar conscientes de lo que se pide, pues si se trata de un niño pequeño hay que considerar que ciertas cosas no son capaces de lograr desde el punto de vista de sus capacidades.
3. Para mejorar la comunicación con los hijos es importantes ayudarles a expresarse y fomentar climas de comunicacón haciendo preguntas y conectándonos con las emociones de aquello que nos están contando. Suele ser muy útil ponernos a la altura de los pequeños para que nos vean cómodamente y puedan hacer contacto visual.
4. Salir de las rutinas también es favorable. Incluir el juego en la comunicación puede ser muy beneficioso. Imaginar que la casa es un barco o un castillo o una nave espacial podría ser una experiencia divertida donde los niños encuentren motivación para recoger juguetes o hacer tareas.
5. Por último aprender a decir las cosas con claridad y anteponernos a las situaciones es una clave. El conocimiento de los hijos es importante ya que aprendermos sus reacciones ante diferentes situaciones y nos ayuda a manejarlas como padres. Por ejemplo si sabemos que iremos a un sitio donde hay una juguetería pero no podemos comprar nada para los hijos, entonces antes les contamos lo que sucederá ... vamos a la juguetería a comprar un regalo para Susanita podemos ver los juguetes pero hoy no podremos comprar nada más.
Sigamos esforzándonos en ser mejores, pues lo importante es esa disposición de ser los mejores educadores que podamos ser para nuestros hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario