jueves, 6 de junio de 2024

En crianza no existe el sustituto para el sentido común

NO hay sustituto del sentido común. 

Hay que comenzar a confiar más. 

Las personas no somos programables. 

Nos vamos a equivocar. 

Criar hoy es difícil sobretodo porque queremos hacerlo todo plus cuan perfecto! 

Cosa que NO aplica, porque somos personas y SIEMPRE en un hijo existirá el elemento de incertidumbre.  

Los papás tenemos que admitir que tendremos ciertos fracasos. 

NO es posible controlar las cuestiones humanas. 

Deberíamos poder criticar o auto criticar cualquier receta que estemos siguiendo de crianza y que promete el éxito (quiero decir sí, pero no… hay sin duda técnicas, avances, descubrimientos, sin embargo no aseguran el control —recordemos que el hombre es libre y recordemos el elemento de incertidumbre—).  

La mayoría de los problemas de crianza, son problemas de la vida humana y los papás TENEMOS la capacidad de enfrentarlos y encausarlos sin necesidad de acudir a ningún especialista con el sentido común (hasta el mismo hecho del saber identificar cuándo pedir ayuda o consultar con un especialista).  

@g.luri

Los niños ahora son menos inteligentes



Vivimos en la era de la inmediatez y rodeados de una cultura que promueve impulsos y deseos. 

Cada vez más, se nos dificulta la espera o todo lo que implique reducir el foco (profundizar el conocimiento de algún tema, escuchar una clase larga, leer un libro en lugar de un resumen, elaborar un escrito u argumento, etc.) 

Sabemos que la exposición a cantidad de estímulos e información viene afectando el desarrollo de la corteza prefrontal encargada del control de impulsos y la concentración/memoria (como ej: quién hoy en día es capaz de nombrar varios números de teléfono?).  

Aunque todos nos distraemos… incluso como algo necesario para poder responder a cualquier estímulo de mayor importancia y que requiera de nuestra atención (pensemos en una mamá trabajando que abandona su tarea para atender a su bebé en llanto…) 

Las siguientes generaciones nos evaluarán sobre si supimos educar su atención (como la capacidad de retorno a la actividad emprendida). 

 Algunas herramientas que nos propone Gregorio Luri para ayudar a los hijos a desarrollar la concentración son: 

 1. La música: no se puede tocar ninguna melodía si nuestra mente se distrae (debemos volver). 

 2. Las matemáticas: ejercicios para la resolución de problemas, operaciones, hipótesis, etc. 

 3. La lectura LENTA: cuando nos hemos distraído, la lectura exige que tengamos que volver para poder avanzar entendiendo el texto. También exige memoria. 

 4. Desarrollo de la voluntad: adicionalmente a poner límites a lo que hoy en día sabemos disminuye la voluntad (exposición a pantallas, cultura de la inmediatez, retrasar la gratificación, etc.) debemos desarrollar en los niños el dominio de sí mismos para poder hacer lo que se proponen aunque les cueste o no les guste. 

 5. El ejemplo: los niños necesitan modelos de concentración -dominarnos ante las dificultades que nos presente un trabajo o cualquier reto del conocimiento-.