Cada vez más, se nos dificulta la espera o todo lo que implique reducir el foco (profundizar el conocimiento de algún tema, escuchar una clase larga, leer un libro en lugar de un resumen, elaborar un escrito u argumento, etc.)
Sabemos que la exposición a cantidad de estímulos e información viene afectando el desarrollo de la corteza prefrontal encargada del control de impulsos y la concentración/memoria (como ej: quién hoy en día es capaz de nombrar varios números de teléfono?).
Aunque todos nos distraemos… incluso como algo necesario para poder responder a cualquier estímulo de mayor importancia y que requiera de nuestra atención (pensemos en una mamá trabajando que abandona su tarea para atender a su bebé en llanto…)
Las siguientes generaciones nos evaluarán sobre si supimos educar su atención (como la capacidad de retorno a la actividad emprendida).
Algunas herramientas que nos propone Gregorio Luri para ayudar a los hijos a desarrollar la concentración son:
1. La música: no se puede tocar ninguna melodía si nuestra mente se distrae (debemos volver).
2. Las matemáticas: ejercicios para la resolución de problemas, operaciones, hipótesis, etc.
3. La lectura LENTA: cuando nos hemos distraído, la lectura exige que tengamos que volver para poder avanzar entendiendo el texto. También exige memoria.
4. Desarrollo de la voluntad: adicionalmente a poner límites a lo que hoy en día sabemos disminuye la voluntad (exposición a pantallas, cultura de la inmediatez, retrasar la gratificación, etc.) debemos desarrollar en los niños el dominio de sí mismos para poder hacer lo que se proponen aunque les cueste o no les guste.
5. El ejemplo: los niños necesitan modelos de concentración -dominarnos ante las dificultades que nos presente un trabajo o cualquier reto del conocimiento-.
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