Los abuelos pasan cada vez
más horas con los nietos, en calidad de educadores: les dan de comer o
les recogen del colegio. Educan pero sin pretenderlo, con su presencia,
su cariño, su relación con la familia. Es una tarea muy distinta a la de ser padres, pero clave en la vida de nuestros niños.
Los abuelos deben disfrutar de los nietos, olvidando su pretensión
educativa y compartiendo con ellos sus experiencias. Es la mirada de
ternura más entrañable y desinteresada que puede recibir una persona y,
esto, es un regalo maravilloso. La tarea de educar recae directamente en
los padres.Beneficios de una buena relación con los abuelos
Los buenos abuelos aportan una relación a los nietos entre distintas generaciones, en la que existe complicidad y donde el aspecto educativo queda en un segundo plano. Esto es muy positivo, ya que, no reciben sus comentarios como obligaciones y deberes. A los abuelos les beneficia la relación con los nietos: les aporta un nuevo sentido a su vida, les alegra, rejuvenece, etc. A los nietos, las conversaciones con los abuelos les dan una perspectiva de la vida distinta, reconocen en ellos los valores que no pasan y cómo se concretan. A los padres les pueden aportar el saber de los años y el relax de dejar a sus propios hijos en buenas manos, cuando lo necesiten.El ABC del buen abuelo
- Tener claro hasta qué punto pueden ayudar. No comprometerse haciendo excesos.
- Plantear situaciones creativas, que puedan facilitar espacios propios de los abuelos.
- Que los hijos respeten su salud y sus fuerzas.
- Tener claro que la educación les corresponde a los padres y que ellos hacen una labor subsidiaria. Respetar que la última decisión siempre la tienen los padres.
- Plantear sus criterios y dialogar con los padres sobre: las comidas, los ritmos de sueño de los nietos, etc.
- Si deben cuidar a los nietos y existen dificultades, hablarlo cuando los niños no estén delante, buscando soluciones, pero nunca cuestionando los criterios de los padres: el niño no quiere comer una determinada comida, cuándo ir al médico...
- Si opinan diferente sobre la educación, intentar comprender a los padres, pues para ellos también es un conflicto difícil de resolver.
- Saber que su posición es de ayuda, que hacen una gran labor, que implica un sacrificio importante, y que encima supone quedarse en un segundo plano en las decisiones.
- Descubrir la satisfacción de poder ayudar a sus hijos en la tarea de educar a los nietos.
- Saber que en el fondo no importa tanto el reconocimiento, como el poso de amor y de confianza que dejan en sus nietos, eso es impagable e insustituible.
- Si hay varios hijos que requieren el cuidado de los nietos, buscar la situación más adecuada y equilibrada.
Consejos para los abuelos y el resto de la familia
- Si existe algún problema comunicarlo al propio hijo, no a la nuera ni al yerno, y dejar que lo hablen entre ellos sin interferir, ni malmeter.- Si los abuelos son más permisivos cuando vuestros hijos están en su casa, no debéis recriminarlos, pues quizá ya no tengan fuerzas para pelear con los niños. Hablar en privado con los niños, animándoles a comportarse fuera de casa como les enseñáis. De cualquier modo, los nietos saben diferenciar y ven las normas de casa de los abuelos como momentos excepcionales que, por otro lado, son buenos que existan.
- Buscar la mejor forma de aunar criterios. Hablar primero en privado el matrimonio sobre cualquier conflicto que pueda surgir. Después que cada cónyuge sea el que hable con sus padres, pues siempre el entendimiento será más fácil. Y, ante todo, mucho sentido común. Los abuelos deben disfrutar mucho de sus nietos y los padres ser flexibles y favorecer esta relación.
Ana AznarAsesora: Charo González Martín. Dra. en Pedagogía. Experta en Terapia de Familia.
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