viernes, 27 de noviembre de 2015

La llegada de mi bebé.

Comparto una entrevista que me realizó Andreina Terrero para @soymamalulu hace unos meses sobre la llegada de Héctor Alberto.
 

¿Cuáles eran tus expectativas?

Tenía tan sólo 24 años y aunque ahora siento que era una niña, eso es justo por lo que puedo decir que para ser mamá sólo se necesita la llegada de un hijo, ya que es sencillamente impresionante como de pronto nace un instinto que quizá viene madurándose durante el embarazo.
Mis expectativas en cuanto a mi cesárea eran bien nulas, me sentía en buenas manos con mi doctor y la verdad es que lo único que quería era conocer a mi bebé quien venía en posición de indio, por lo cual sería riesgoso el parto natural. Para tratar de que diera la vuelta gateé, nadé y cualquier cosa que escuchaba que podía ayudar. Sin embargo cuando las semanas avanzaban, cada vez se hacía menos probable que lograra ponerse en posición.
Preparé toda la canastilla con emoción y en compañía de las abuelas, así como su cuarto y más detalles.

¿Cuál fue la realidad?

Gracias a Dios todo fluyó muy bien, no estaba nerviosa y al momento de ver salir a Héctor fue la emoción más grande que he sentido. Apenas al pesarlo y el neonatólo examinarlo me lo acercaron, le di un beso y se lo llevaron a observación, como era lo normal que sucediese. En ese momento salió también mi esposo y me quedé en el quirófano, esta vez sola con los doctores para luego pasar a recuperación.
La recuperación se extendió un poco más de lo normal, pues las piernas no despertaban y eso generó cierta ansiedad en mí y en mis familiares, por lo que luego de horas y horas sin ver a nadie, a penas al llegar al cuarto y encontrar a todos mis seres queridos no hice sino llorar y ahora entiendo que aquellas emociones eran producto de las hormonas que se alborotan. El problema estuvo en que me llené de gases que me hicieron sentir incómoda los dos siguientes días. Sin embargo la buena atención médica, la compañía de mi mamá y el ser mamá hizo que realmente eso no fuese nada importante.

¿Cuáles fueron tus emociones?

Otro momento espectacular y que no olvido fue cuando me trajeron a Héctor y pude cargarlo y darle pecho. Son sensaciones indescriptibles…el poder sentir, ver y oler a esa personita que por tanto tiempo ya era lo más importante desde la barriga, verlo y saberlo sano fue lo más grande y tranquilizante.
A los tres días nos fuimos a casa y de nuevo me encontré con las hormonas cuando de pronto me sentí incapaz de cuidarlo, por lo que mi mamá tuvo que dormir con nosotros esa noche, lo que hizo hacerme sentir más segura y tranquila.

Y por último, que nos dejes un poco más de tu experiencia y le puedes dar un mensaje a todas las madres primerizas, algún consejo o recomendación.

Sepan que todo fluye y es una situación completamente natural, sean sinceras con el cómo se sienten a cada momento y busquen ese lugar emocional que les permita disfrutar cada instante. Muchas bendiciones les deseo y tengan presente que la simpleza les permitirá recibir esa nueva vida en calma, no se compliquen con la exagerada organización.

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