Hoy día internacional de la mujer quiero compartir mis ideas sobre lo femenino, pues debemos estar orgullosas de ser mujeres y TODO lo que ello implica nos enaltece, no tenemos que cambiar nada en ello.
El movimiento feminista históricamete nació con la finalidad de defender los derechos de la mujer, considerándo que el hombre podía hacer cosas que las mujeres no. Con el tiempo este movimiento feminista se ha venido tergiversando por muchos llevándolo al otro extremo que es poner a la mujer por encima del hombre.
El movimiento feminista históricamete nació con la finalidad de defender los derechos de la mujer, considerándo que el hombre podía hacer cosas que las mujeres no. Con el tiempo este movimiento feminista se ha venido tergiversando por muchos llevándolo al otro extremo que es poner a la mujer por encima del hombre.
En mi opinión al hacer esto estamos atentando
contra la mujer misma. Quienes entienden de atropología saben que en cuanto a
personas tanto la mujer como el hombre tienen exactamente los mismos derechos,
sin embargo en cuanto a femeninas y masculinos no somos lo mismo, ni ninguno es
más que el otro, simplemente uno feminista y otro maculino.
Hay que entender de diferencias para aprender a
defender a la mujer de verdad verdad. Yo creo que deberíamos luchar es por
enaltecer el ser mujer y enaltecer el ser hombre... cuando buscamos disminuir a
alguno de los dos perdemos todos, pues porque de alguna manera existimos así y
nos complementamos.
Qué significa enaltecer a la mujer? Ser más
femenina no significa necesariamente que esta tenga que vestir de morado y
rosado todo el tiempo o que su único rol haya el de ser el de madre y esposa...
Como el ser masculino tampoco significa que el hombre cumpla con una imagen
musculosa, deportista y con dinero. Existen mejores amo de casa hombres que
mujeres y constructoras mujeres mejores que constructores hombres...
Hoy en día este "intercambio de roles" es
muy común, que al final no es un intercambio, pues en algún sentido todos los
hombres han de ser paternales, o sea que han de involucrarse en la crianza de
los hijos (lo que nunca está o estuvo bien es la ausencia del padre en la
casa)... así como la mujer ha de participar en la vida social, política y laboral
ya que ambos aportan en sus modos de ser hombre y mujer grandes cosas en dichos
ámbitos.
Sin embargo el motivo por el cual escribo estas
líneas es pues, porque justamente al extremo feminista hay que tenerle el ojo
puesto. La inclusión de la mujer en la vida laboral con ausencia plena en la
casa no es un punto favorecedor ni para la familia, ni para la sociedad... Pero
es que hemos intendado por años querernos igualar al hombre y es que como
sociedades no hemos madurado el hecho de que NO somos iguales y no considerarlo
es disminuir en este caso a la mujer.
La mujer tendría que serle reconocido su trabajo en
igual medida que al hombre, pero considerando por ejemplo su familia como una
prioridad, significando esto no tener que perder su trabajo por ser madre o
esposa, como tampoco perder su familia por ser ejecutiva.
Otro aspecto que deseo recalcar es una cosa que le
sucede a muchísimas mujeres por no decir a todas o a la mayoría que es
justamente que por el hecho de ser femeninas y no poder eliminar nuestro modo
de ser mujer que impacta en todo lo que hacemos... nos sobrecargamos de cosas y
queremos controlar que todo se siga haciendo del modo femenino y me refiero
específicamente en la casa.
Hemos
luchado incansablemnete por lograr que los padres se involucren en las labores
del hogar, sin embargo, no hemos madurado el hecho de que ellos por la razón de
ser hombres, lo harán de un modo masculino... que no significa necesariamente
peor o mejor que el de la mujer... simplemente es un modo masculido que viene
dado por el hecho de ser hombres.
Ahora
compartiré unas líneas que complementan mis ideas expuestas en un artículo de
María Calvo publicado por lafamilia.info llamado "Los padres no cuidan
peor de los hijos, es que las madres quieren que lo hagan como ellas"
El hombre tiene una gran importancia ahora más que en el
sustento familiar, en el desarrollo y crianza de los hijos. Hay hombres que son
considerados por sus propias mujeres como un estorbo en el cuidado de estos. Lo
que hace que se alejen más. Hay una creencia mayoritaria de que los hijos están
mejor con las madres porque ellas les atienden mejor. Habría que entender pues
que:
- La presencia de la madre es esencial en su papel de darle cariño, protegerle, cuidarle, educarle... pero al mismo nivel que el padre. Lo que ocurre es que el padre y la madre se dirigen a los hijos de manera distinta por su propia educación, cultura, valores, etc. La mujer es la que, por excelencia, se encarga de controlar el espacio vital del pequeño, su comida, sus amistades, que no le falte nada cuando va al colegio... Las madres tendemos a tener una actitud sustitutiva. Es decir, cuando a un hijo se le cae un tenedor, la madre se lo recoge, pero el padre no. Cuando un niño llega tarde a la ruta del colegio por la mañana, la madre le abrocha los botones de la camisa y le ayuda a ponerse los zapatos, aunque el niño tenga diez años. El padre le anima: «ven, apúrate en abrocharte la chaqueta». El hombre, en definitiva, se decanta por dotarles de mayor autonomía y libertad. De esta forma se fomenta un equilibrio en el desarrollo del niño.
- ¿Son, en ocasiones, las mujeres muy celosas de la maternidad y no permiten que el padre se desarrolle como tal? Efectivamente. Hay madres que renuncian a trabajar por la tarde, a ir al gimnasio, quedar un día con amigas porque piensan que sus maridos no saben cuidar bien de los hijos. Que no lo harán bien. Sin embargo, sí que saben hacerlo, la cuestión es que no lo hacen como ellas quieren, sino desde su enfoque masculino, con su propio estilo paternal. Las mujeres a veces somos demasiado exigentes y este modelo de madre dominante perjudica al niño porque le desequilibra en su desarrollo.
Para concluir podríamos decir: la defensa de la maternidad es
también la defensa de la paternidad (la defensa del hombre, es también la
defensa de la mujer).
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